Una familia ( que sigue creciendo) que se vino a Ibiza hace ya más de 10 años y que poquito a poco, con mucho trabajo y todavía más pasión han creado La Paloma, donde simplemente ofrecen aquellos que les gusta a ellos.
Una carta reducida, concentrada en ingredientes frescos en detrimento de una más amplia con más material y menos calidad. Este menú puede llegar a variar un par de veces por semana, básicamente usan producto local y orgánico ( km 0).
Una experiencia en una vieja casa ibicenca en San Lorenzo, en el corazón de la casi olvidada Ibiza rural, que se ha convertido en un lugar donde turistas y residentes se mezclan, disfrutan de la comida y de la casa, y dónde se derrocha harmonía ( si la harmonía se puede derrochar).
Los niños son bienvenidos.