El Monasterio de Santa Clara fue construido sobre los restos de una construcción árabe en el siglo XIII, durante el reinado de Jaume I, y es un ejemplar significativo de la arquitectura medieval mallorquina. A lo largo de los siglos, el convento fue renovado y ampliado utilizando diferentes estilos arquitectónicos. La casa capitular es del siglo XVI y los pasillos del claustro contienen tumbas góticas de las abadesas. Hoy en día sólo es posible visitar la iglesia.
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