Si eres de los habituales en la isla, seguro que has pasado por delante y tal vez no te hayas fijado. Seguro porque está en la carretera de la playa de las Salinas, y que no te has fijado porque es un edificio muy pequeño y que pasa desaparcebido a los ojos cuando estás conduciendo.
Justo detrás de la iglesia tenemos una estatua de bronce al salinero, un sitio bonito para hacer la foto con la puesta de sol. Enfrente, en el otro lado de la carretera tienes el bar de guardia que suele haber en las cercanías de cualquier iglesia en nuestro territorio.
Se construyó para que los salineros (uno de los trabajos más duros de aquella época) pudieran asistir a Misa sin tener que irse muy lejos de su trabajo. Está ubicada dentro del Parque Natural de Ses Salines.