Durante los siglos XV y XVI, Formentera fue un refugio pirata. Un sitio en el que se refugiaban, aguaban y limpiaban los cascos de sus embarcaciones. Básicamente, campaban a sus anchas. Es en el siglo XVII cuando entre los reinados de Felipe IV y Carlos II se dan tierras a gente de Ibiza que quieran ir a repoblar Formentera.
La iglesia principal de la isla, situada justo en el centro de la misma, no se empieza a construir esta iglesia. Se diseñó como fuerte de defensa para protegerese de esas incursiones piratas, tenía incluso un par de piezas de artillería como principal arma disuasoria.
Hoy en día está en el corazón de San Francisco, en verano, cada viernes noche en su plaza podrás disfrutar de las terrazas de los bares que hay alrededor y de música Jazz en directo.