Es la tercera iglesia construida en Formentera, originalmente iba a ser construida en Ses Salines, pero debido a las condiciones insalubres de la zona y a que los vecinos tampoco vivían allí, se decidió construir en esta zona. Conocida como “ses roques”.
Es la más pequeña de las iglesias de Formentera. El tamaño de las iglesias no es grandioso por la sencilla razón de que incluso hoy en día no hay muchos habitantes en la isla, y en aquel entonces, la idea era albergar a todos los feligreses de la zona.
Aspecto sobrio y sencillo. Eran usadas como templo para el culto y, en caso de ataque pirata, como refugio y sitio de última defensa en caso de ataques contra las personas. Algo que era más bien usual, el rapto de gente para vender como esclavos.