Una pequeña capilla, de forma rectangular, y con techo de bóveda de cañón. El arzobispo de Tarragona autorizó su construcción en 1369 dedicada a San Valerio. Sirvió a la pequeña población de Formentera, que se había reducido en 1348 debido a la peste negra.
Pero es durante la repoblación en el S. XVIII, que la capilla de San Valerio se queda pequeña y se une a un nuevo edificio para la iglesia, llamado Sa Tanca Vella, dando nombre al edificio actual. A principios de 1980 la casa, en ruinas, fue demolido para restaurar la capilla, que fue comprado por el Consell de Formentera en 1983. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1993 y está situado en el casco histórico de Sant Francesc Xavier.