Catedral de Mallorca

La Catedral de Mallorca es el monumento más emblemático de la isla, una majestuosa construcción gótica que asoma al mar Mediterráneo y domina la impresionante vista de la Bahía de Palma. No importa cuántas veces la hayas visto, no hay duda de que tiene un magnetismo único que nunca deja de sorprender. Su construcción se inició en 1229 en el lugar que ocupaba la Mezquita de Medina Mayurca, tras la conquista de la isla de Jaime I, perteneciente a la Corona de Aragón. Fue dedicada a Santa María y su construcción duró siglos, llegando hasta el año 1601. El estilo arquitectónico que la caracteriza es el Gótico Levantino y tiene claras influencias del norte de Europa. El interior de la catedral está a la altura de su belleza exterior, con una atmósfera íntima y un enorme rosetón de innumerables colores, uno de los más grandes de estilo gótico en todo el mundo. Uno de los aspectos más sorprendentes del edificio se encuentra en una de las capillas laterales: el mural que llevó a cabo el artista mallorquín Miquel Barceló entre el 2001 y 2006. No hay palabras para describir su belleza, pero es sin duda uno de los elementos más originales que jamás se podrán ver en el interior de una catedral.

Durante las Navidades y en fechas señaladas, tienen lugar conciertos de música clásica en la catedral.