Can Gordiola se encuentra muy cerca del pueblo de Algaida y es una de las visitas más populares en la isla. Su particularidad reside en que se puede ver el proceso tradicional del soplado de vidrio, llevado a cabo por hábiles artesanos que son capaces de crear una infinidad de figuras trabajando a altísimas temperaturas con sopletes. La fábrica tiene sus orígenes en el siglo XVIII y fue el primer horno de este tipo que se estableció en la isla. La visita a los hornos incluye la entrada al museo en la que se puede apreciar una amplia colección de piezas de vidrio que la familia Gordiola ha ido recolectando por el mundo entero. También hay una pequeña tienda con figuras de vidrio a precios razonables.