Cala Ferrera

Nuestra más sincera recomendación es que no te acerques a esta playa hasta octubre, cuando todavía podrás disfrutar de un buen baño pero la mayor parte de los turistas hayan vuelto a sus casas. Durante el verano este sitio se vuelve imposible. Completamente lleno de gente, con mucho ruido y poco espacio libre para la toalla, ya que la mayor parte de la arena está ocupada por las hamacas y sombrillas de los numerosos hoteles que se asoman a la cala. Si vienes aquí con niños, la parte más cómoda es la más cercana a la orilla.